domingo, 27 de septiembre de 2009

"Lluvia de piedras"


Foto por Andrés Ameglio, "Lluvia de piedras"


Y caen aturdiendo la serenidad del lago dulce, tranquilo. Caen sin importar si son demasiado duras o demasiado grandes o, simplemente, demasiadas…

Caen como si fuera su único motivo de existencia…el caer…

Caen relegándose a sí mismas sus pesos, sus dimensiones, sus particularidades…

Sólo caen…

Caen beligerantes ante la inutilidad del día naciente detrás de la última línea horizontal visible…

Caen implantando terror ante las aguas impávidas, aparentemente imperturbables, rompiendo la horizontalidad perceptible antes los imperfectos ojos humanos, quebrando la dulce armonía apacible de aquella marisma cristalina…

Y al caer, abren baches irreparables en la laguna dormida, quebrantando los más tiernos silencios, desterrándola de su eterno estado celestial, la calma…


Y el lago, ahora despierto, recibe las rocas infames como si fueran balas de fusil, alojándolas en lo profundo de su líquido cuerpo, sin defenderse, sin resistir…permitiendo que éstas hieran hasta en lo más bajo a su digno y furtivo sosiego, advirtiéndoles que, algún día, los sueños infantiles de las aguas serán las desalmadas pesadillas de los guijarros…

Texto por Poyo Skalari

1 comentario:

Tore dijo...

Es como la respuesta de las piedras a tantos años de ser erosionadas por el agua...