martes, 27 de octubre de 2009

¿Y?

X se levanta temprano, cerca de las siete, se lava los dientes, la cara, se peina y se disfraza la cara con algún maquillaje que no es del todo caro, pero para nada barato.
Se pone la ropa y abandona su casa laberíntica con una galleta en la mano y una mochila que se asemeja a una valija, completamente uniformada.
Camina unos pasos y se mete en el auto, o en la camioneta, depende de la animosidad del día.
Según el ánimo de los viejos, X está feliz o aburrida. No la pasa mal, pero no es su mejor vida…ha tenido mejores, aunque sus creencias no lo ameriten.
Llega a la escuela. Cuando entra, alumnos, directivos y profesores la miran caminar. Hay algo peculiar en ella que la distingue del resto, que la desliga del concepto de “una más” _no es ningún ladrillo_ y la convierte en “alguien”, sin saber si eso en realidad es bueno o malo.
Siempre que llega X, hay de qué hablar. Talvez de noticias, música, deportes o moda, los temas nunca son importantes, sino la palabrería.
Termina la escuela y la abandona gritando, siempre alegre, enérgica, loca.
Llega el auto salvador. Allí está su par que la encuentra diariamente a las puertas de esa prisión encubierta. Ella se sube y galopan hasta su casa, donde empezó el día.
Abre la puerta e ingresa llena de pecados nuevos al laberinto hogareño. Arroja su mochila con fuerza al sillón que la recibe a la derecha. Larga un suspiro reprimido de aire contaminado y gime de cansancio y hartazgo sin importar que haya algún ser que respire en ese lugar.
Camina con decisión hasta el fondo del pasillo…es ella y su mundo y su infinito aislamiento que comienza en su habitación. Se lanza sobre su cama. Mira hacia arriba y observa el techo que siempre estuvo allí. Las paredes despiden frases violentas inventadas por sus ídolos insumisos. La música comienza a sonar en su cabeza. Su mente es el reproductor musical de mejor calidad.
¿Qué es? Una canción de Boom Boom Kid, quizás “Feliz” o “El gran drama de los kids from the same barrioland”. No se da cuenta porque, como todo reproductor, su mente mezcla los temas…
X agita su cabeza hasta que la música se siente cada vez más baja… A veces agita también su puño izquierdo bailando al ritmo de la canción que suena en su cabeza, hasta que el sueño la rapta y ella cae en la más pésima y profunda dormitación.

La música comienza a sonar otra vez. X se da cuenta que ha despertado. Observa a su alrededor. Está en su habitación. Las frases aún la apuntan. Las anotó porque cree que algo tienen que ver con ella, no es sólo arte. Se sienta a los pies de la cama. Mira al techo, que siempre estuvo allí. Está en el mismo lugar en donde empezó. La situación le recuerda a una canción de La Renga _”El final es en donde partí”_ y comienza a cantarla. Se ríe, se pinta los labios y empieza el día de nuevo.



No sé por qué, pero acá me huele a Bonan

Texto por Poyo Skalari

2 comentarios:

aneurysm dijo...

Grande la poyo. La verdad un honor poder encarnarme en un escrito tuyo.
La esperaba despues de la de hoy: "la bonan se la comía" jajaja.
I love you posheena punk rocker.
No hace falta palabras para nuestro amor(?
jajaja o no?

Jo - dijo...

Su mente es el reproductor musical de mejor calidad.


Esa frase la rompio! Jajaj genial poyo, :D