viernes, 18 de diciembre de 2009

"Bienvenido el mesías"

Y una ola humana nos levantó a todos por el aire sin que pudiéramos antes gritar o solamente respirar...

Vino un "oh" entonado y se fue un "uoh" con mucha más emoción que melodía...

¿El corazón? El corazón me aturdía, latía a mil veces por segundo...de vez en cuando perdía la cuenta del pulso porque se mezclaba con los pulsos ajenos...

Y su corazón contra el micrófono nos volvió locos...él nos daba lo que recibía de nosotros...nosotros le ofrecíamos el alma...él nos convidaba lo que más tenía...él nos convidaba pasión...

Varios me ayudaron a llegar adelante, a llegar más cerca...de cerca se podía sentir su aliento gritando "ESPERANZA!" a los cuatro vientos...

Con la armoniosa melodía, bailamos, gritamos, ¡cantamos! hasta que se acabó la voz, pero no el aliento...nunca se acabó el aliento...

¿Y el final? El final parecía acercarse en todo momento...pero él lo reavivaba como si fuera la primera canción...todos se movían como si los pies no ardieran por tanto bailar...

¿Y la despedida? No, no hubo despedida...hubo un "hasta luego", un "nos vemos la próxima", un "volveré a Zanon"...
Al gran Manu, por no olvidarse de que el sur existe ♥
A la gente que siguió bailando aunque sangraran los pies...
A mi misma, por no perderme el suceso musical más importante transcurrido en la, anteriormente llamada, Patagonia Rebelde
Texto por Poyo Skalari

1 comentario:

Tore dijo...

buena y poco convencional crónica de evento. calavera no llora...